Representantes gubernamentales y empresarios de 15 naciones caribeñas reunidos en este territorio británico de ultramar acordaron poner en marcha la segunda fase de la iniciativa Reto del Caribe, para enfrentar las amenazas ambientales en la región, informó hoy un medio local.
Proteger el 20 por ciento de los recursos marinos y costeros del Caribe para 2020 es una de las iniciativas de conservación más ambiciosas que abarca este programa, además de estar entre los objetivos de la cumbre celebrada esta semana en este territorio que forma parte de Islas Vírgenes Británicas.
Los participantes en el encuentro se comprometieron a destinar inversiones por un monto de 64 millones de dólares para preservar y proteger el medio ambiente marino y costero del área, así como acelerar los esfuerzos para la transición a la energía renovable, citó el sitio digital thestkittsnevisobserver.com.
Entre los compromisos anunciados por los gobiernos para alcanzar los objetivos propuestos, están el establecimiento de un fondo fiduciario nacional para proteger la biodiversidad en Bahamas y la adopción de un Plan del Sistema de Áreas Protegidas para resguardar el 33 por ciento de los ambientes marinos y costeros de Islas Vírgenes Británicas.
También acordaron la creación de 14 reservas de peces en Jamaica, el compromiso de duplicar el número de áreas protegidas en Puerto Rico y la reafirmación de Granada de proteger el 25 por ciento de su medio ambiente marino y costero.
En este encuentro los representantes de Belice acordaron salvaguardar el 30 por ciento de estos ambientes naturales y designar 10 zonas de restricción de pesca.
Además, se puso en marcha una campaña destinada a generar fondos para la conservación marina en el Caribe y sensibilizar a los consumidores del medio marino.
En el Caribe, la economía y la salud pública de las comunidades costeras, así como el mayor sector económico de la región, el turismo, están indisolublemente vinculados a un medio ambiente costero marino sano, aseveró el director de Asuntos Externos de The Nature Conservancy, Glenn Prickett.
En ese contexto, el funcionario de esta organización internacional sin fines de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad y el medio natural, aseguró que la pérdida de corales y otras amenazas a la costa podrían costar a la economía local hasta 420 millones de dólares anuales.
Invertir en la gestión sostenible de estos recursos, dijo, ayudará a asegurar los medios de subsistencia de los pescadores, un próspero desarrollo del sector del turismo y una mayor protección de estas zonas ante desastres naturales.
Prensa YVKE
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