Autoridades siguen decomisando armas ilegales

En el mes de agosto, la Dirección General de Armas y Explosivos —DAEX—, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Defensa, recibió cerca de 1.500 armas incautadas en diversos operativos de seguridad realizados en el estado Anzoátegui. Este armamento será destruido antes de fin de año, junto a otras armas que han sido incautadas en otras regiones del país.

El viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Néstor Reverol, ratificó la firme decisión del Gobierno nacional de “seguir avanzando hacia el desarme, la paz y la seguridad de nuestro pueblo”. Reverol indicó, además, que a través de estas acciones el Estado venezolano “ratifica el compromiso de luchar contra la inseguridad”.

“En el estado Anzoátegui no se ha registrado ningún homicidio en la última semana”, informó Reverol. Asimismo, aseguró que esto obedece al plan de vigilancia y patrullaje que se realiza en los municipios priorizados por la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.

Junto a Reverol, encabezaron la actividad el gobernador del estado Anzoátegui, Tarek Willians Saab; y el secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, Pablo Fernández. Durante este acto público se realizó la destrucción simbólica de algunas armas de fuego a través de la técnica del oxicorte.

En el primer semestre de 2012, el Estado venezolano destruyó 16.231 armas. La suma desde 2003 representa un récord en la región: 287.838. Entre las armas destruidas este año figuran las decomisadas en la Casa de Reeducación y Trabajo Artesanal de El Paraíso, centro penitenciario conocido como La Planta, en Caracas.

En los próximos meses se estarán realizando otros actos de recepción de armas en Mérida, Bolívar, Yaracuy, Zulia y Aragua, donde progresivamente se han incautado diferentes tipos de armamento que estaban en manos de la delincuencia. El objetivo: sacar de las calles estos letales instrumentos que son los que provocan el 92% de los homicidios que se registran en Venezuela.