Maracaibo, 20 Abr. AVN.- Dubis Polanco y Luis García jamás pensaron que la alegría por la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 14A, se convirtiera en dolor 24 horas después por la muerte de su hijo, a quien le robó la vida las ansias de poder de la derecha venezolana, que no aceptó su derrota y la victoria popular.
La señora Polanco y el señor García son padres del joven Luis García Polanco, de 24 años, trabajador del Hospital Universitario de Maracaibo y cuyo principal sueño era sacar su familia adelante de manera honesta.
Chavista de corazón y convicción así como sus padres, hermana y hermano, Luis estuvo feliz, según cuenta su madre, desde muy temprano el 14 de abril, día de las elecciones presidenciales. Pero su felicidad se desbordó al escuchar en cadena nacional a la rectora del CNE, dar los resultados electorales, que dieron como ganador a su candidato, el chavista Nicolás Maduro.
Cuenta su padre, Luis García, que al día siguiente, luego que el derechista Henrique Capriles envió a sus seguidores a volcar su rabia frente al CNE, su hijo fue con sus amigos a la Plaza Bolívar y luego al ente electoral, apertrechado del tricolor nacional.
Explica que a las 11 recibió la llamada de una sobrina a quien le habían avisado que a Luis le habían dado un tiro frente al CNE, por lo que se fueron hasta el lugar, encontrando a su hijo mayor sin la felicidad que le había acompañado los dos últimos días de su vida.
"Aún estaba caliente y a su lado la bandera, la cual no soltó, según me cuentan sus amigos, sino cuando se desplomó al pavimento. Conseguí muerto a mi hijo, con la bandera nacional a un lado", dijeron los padres de este joven, víctima de la violencia desatada tras el llamado del candidato perdedor Capriles Radonski.
La historia
Refiere Luis García, que los amigos de su hijo manifestaron que cuando llegaron hasta el CNE, ellos dejaron el carro donde se desplazaban unos metros antes del ente electoral, donde se encontraban en un lado la oposición y en otro, los militantes del proceso, donde se ubicaron García Polanco y sus amigos.
"Pocos minutos después llegaron unos motorizados con banderas y el tricolor en el brazo izquierdo. Enseguida unas camionetas que estaban estacionadas en el grupo opositor prendieron las luces para encandilar y comenzaron a lanzar botellas, piedras y disparos".
Expone: "Mi hijo corrió junto a uno de los amigos con la bandera en alto y exclamó a uno de sus compañeros que le habían dado. Siguió corriendo hasta que se desplomó. Su amigo trató de ayudarlo, pero como él era pesado no pudo y sólo le quedó avisar a familiares lo que estaba sucediendo".
Los padres de Luis García Polanco responsabilizan a Capriles Radonski de lo sucedido. "Ese señor es culpable de lo que ha pasado y está pasando. El país sabe que envió a la gente a desatar su odio. El pueblo sabe quién es el culpable y hay que aplicarle la justicia. No sabe hacer política, lo que metió fue odio", dice sin parar el seño García en medio de lágrimas.
La madre de García Polanco pidió a los medios sacar a la luz pública este hecho y los otros que han enlutado a familias venezolanas, sólo por ser chavistas. "Mi hijo era sano y trabajador. Le pido al presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, que dé los pasos para resolver estos casos que tienen a madres, padres, hijos, hermanos en un dolor muy grande.
En ese hecho también fue golpeado y herido Germán Rafael Martínez, de 24 años, quien llegó hasta el CNE a bordo de su moto, en la que flameaba la bandera nacional.
Refiere que cuando los vehículos que permanecían del lado donde estaba el grupo opositor encendieron las luces, le impidió ver quienes lanzaban las botellas.
"Sólo sentía las piedras, las botellas y los disparos. Uno de ellos me alcanzó y pude ver al muchacho que había caído, pero no lo pude ayudar", explicó.
Martínez trabaja como mototaxista en la el sector Curva de Molina y denuncia que su moto fue desaparecida en el hecho, que hoy llena de dolor al pueblo zuliano.
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