lunes, 21 de octubre de 2013

Contraloría propone reformar unas cinco o seis leyes con la habilitante

Si a la contralora general de la República, Adelina González, se le pregunta acerca de las normas que deberían ser modificadas con la ley habilitante que solicitó el presidente Nicolás Maduro al Parlamento, sacará una larga lista. La servidora pública, respetuosa de las atribuciones del Jefe del Estado, ratifica que es a él a quien le corresponde tomar la decisión sobre lo que requiere cambios, pero con base en su experiencia en la administración pública -y con los años como subcontralora y ahora como contralora- tiene un mapa en la cabeza en el que se encuentran las leyes que no pueden seguir siendo lo que han sido.

“Nosotros estamos elaborando una depuración para hacerle unas propuestas al Presidente de elementos que creemos que deben revisarse”, señaló, en conversación con el Correo del Orinoco.

-¿Cuántas normas habría que cambiar?

-Hay unas cinco o seis leyes que habría que reformar para abordar procedimientos que no existen. Pero hay un elemento muy importante: la modernización del Estado, que hay que asumirla, así como la simplificación de trámites. La discrecionalidad facilita la corrupción.

La contralora remarca que “hay elementos de riesgo de corrupción que pueden ser medidos: donde hay discrecionalidad, donde se hacen las contrataciones, las violaciones de los procedimientos, la concertación”, enumera. Pone un ejemplo: “¿Cómo es que pagan una obra sin construir? Porque el ingeniero inspector y el ingeniero residente firmaron unas actas que dicen que la obra está hecha”, puntualiza.

En la Contraloría “hemos inhabilitado a un bojote de ingenieros que el Colegio de Ingenieros no ha sacado del ejercicio de la profesión”, protestó. Esos profesionales “están inhabilitados para la función pública, pero deberían quedar suspendidos del ejercicio profesional, o inhabilitados para el ejercicio profesional durante un tiempo. Hay que rescatar la sanción moral”.
LEYES POR REVISAR

González cita algunos de los instrumentos legales susceptibles de transformación. Le preocupa, especialmente, la Ley de Crédito Público, porque en las actuales circunstancias “cualquier organismo puede endeudarse”, lo que a su criterio no puede mantenerse. Para la guerra económica es imprescindible abordar “la Ley de Ilícitos Cambiarios”, para hacer “unas revisiones y unas adecuaciones”.

La contralora acota que es perentorio “legislar en materia de la administración descentralizada”, porque “el Estado tiene 1.300 entes descentralizados” y se hace difícil hacerle el seguimiento. “Muchísimos de esos entes descentralizados se convierten en focos de corrupción que no tienen control”, alertó. Por ello “hay que establecerles normas” muy claras.

De acuerdo con González es urgente “revisar lo referente a la ley de contrataciones”, para atacar las mafias que se hayan montado en el registro de contratistas. “La ley hay que llevarla a que, iniciado un trámite o recibida una denuncia, antes de que salga la decisión las personas involucradas queden registradas y no puedan constituir otra empresa”, porque lo que ocurre en el presente es que se “vende” la información sobre las sanciones, y las personas involucradas en hechos irregulares forman otras empresas y vuelven a contratar.

Esto “se puede evitar con información mediante los registros”, porque la cédula de identidad “es indubitable; siempre seremos los mismos aunque tengamos tres empresas con nombres distintos”, asevera. “Si tengo un sistema integrado con el Saime se pondrá de manifiesto que unas personas naturales son las mismas y constituyeron diferentes empresas” para esquivar las leyes.

González sostiene que se debe actualizar el Sistema de Control de las Finanzas Públicas, que solo está “en la administración central, no bajó”. En el presente “debe extenderse a todos los órganos y entes que reciben fondos públicos, incluidos los Consejos Comunales. Eso se puede hacer. Si un presupuesto es de 300 millones de bolívares, cuando estás haciendo una ejecución el sistema te dice que registres si estás pagando una factura, si estás pagando una obra a un Consejo Comunal. ¿Cómo una alcaldía no va a poder saber a quién le entregó los recursos?”.


NO ES UN CAPRICHO

La vocera reiteró su posición sobre la habilitante: no es un capricho del Mandatario Nacional. “El Presidente tiene razones de peso para solicitar esta habilitación, no solo en materia de lucha contra la corrupción, para la que hay procedimientos que hay que revisar, y dispositivos que hay que tomar en cuenta que deben ser modificados; sino también para enfrentar la parte de esta guerra económica a la que estamos sometidos”, expresó.

Para la contralora, la habilitante debe llevar al empresariado venezolano a hacerse una revisión, por lo ocurrido con Cadivi con las empresas de maletín y también por la relación de ese sector privado con el público.

La servidora pública instó a la oposición a sumarse y a hacer propuestas: “La oposición, que haga propuestas. Ellos conocen el monstruo de la corrupción también”, porque una gobernadora o un gobernador fajados -sea cual sea su posición política- tienen una banda de corruptos que lo cercan.

Por ello “tenemos que sincerarnos, ponernos la mano en el corazón y hacerle propuestas” al Presidente, en lugar de sabotear sus planteamientos.

Consultada acerca del tiempo de duración de la habilitante (el Mandatario hizo la solicitud por un año), asevera que para las reformas sí, pero aclara la campaña de siembra moral y de prevención debe mantenerse siempre, especialmente en la escuela.
EL FUNCIONARIADO

La gestión pública venezolana es vulnerable a la corrupción, señala la contralora, especialmente por las características del funcionariado y por el hecho de que puede ser intocable. Insiste en que cada quien debe asumirse como servidora y servidor público, porque “un Estado es lo que su funcionariado es”; puntualiza también que las ministras y los ministros, cuando asumen un cargo, generalmente llegan acompañados con un grupo pequeño de personas y se encuentran con un equipo de centenares de personas que ya estaban en la organización.

-¿Habría que revisar la estabilidad de los servidores públicos?

-Habría que revisar los términos que están allí planteados, y hacer valoraciones y revisiones permanentes del servicio que se presta, de cuáles son las condiciones y el desempeño. Eficiencia y eficacia, que significa cómo lo estás haciendo y el resultado que estás teniendo.

-¿Y las condiciones de los servidores públicos?

-Sincerar esas condiciones, establecer remuneraciones atractivas y con el compromiso y la supervisión para que prestes el servicio por el lapso para el que te contrataron.

FOCOS DE CORRUPCIÓN

González expone que en notarías y registros, en el área de contrataciones y en las aduanas son áreas en las que pueden persistir los focos de corrupción. En materia aduanal, considera que una de las soluciones es el sistema Sidunea, que permitiría pasar los contenedores por rayos X para saber qué tienen.

La modernización de las aduanas permitirá “evitar ese fraude, evaluar la llegada de importaciones y que se paguen los aranceles justos que deben pagarse”.

La servidora pública detiene también “en las contrataciones de obras, bienes y servicios”, y propone “hacer una revisión de la materia que regula el inventario, la cuenta de bienes”. En la Contraloría “tenemos que apoyar con eso”, para actualizar lo que haya que actualizar en el patrimonio del Estado. Para esta tarea propone “contratar equipos especiales, traer expertos de otros países que ayuden a cuantificar el patrimonio y hacer una verdadera revisión”.

SOBRAN LAS RAZONES PARA SE HONESTO

Sobran las razones para ser honesta u honesto, señala la contralora Adelina González. “Si el ser humano pierde el norte de los valores y principios, pierde incluso la razón de su existencia”, enfatiza.

“Si no nos duele el patrimonio público, definitivamente no podemos vivir en el país donde estamos, porque el Estado asume una función de administrar lo que es de todos”, precisa la servidora pública. “¿A ti no te dolería que en tu casa dejaran abierto el chorro de agua? ¿Por qué no lo vemos así?”, se pregunta.

“Hay que ver lo público como parte de lo nuestro. El patrimonio público no es del Gobierno, sino de cada uno de los ciudadanos del país”, afirma.

La política, reflexiona, “es algo sumamente serio, y hay que tener una vocación. Así como eres sacerdote, eres médico o eres maestro, también para hacer política debes tener vocación. La política es muy exigente y sacrificada”.

Prensa Radio Mundial
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Ubicacion: Venezuela

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