miércoles, 29 de mayo de 2013

Conquistar el cambio Con William Gudiño, de la Red de Comuneros y Comuneras de Venezuela

La Revolución Bolivariana enfrenta el enorme desafío de la construcción de poder popular desde su base social en un proceso en el que a los esfuerzos estatales se sume la organización social con un horizonte pos capitalista que haga efectiva la “conquista” del socialismo.
Ese es el punto de partida de la Red Nacional de Comuneros y Comuneras de Venezuela, dice a Radio Mundo Real en entrevista Willian Gudiño, uno de sus referentes a escala nacional y quien representara a dicha organización en la reciente Asamblea Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA, celebrada en Sao Paulo, Brasil.

Autogobiernos locales con visión nacional y proyección internacional como forma de superar las estructuras que determina el capitalismo es pues el concepto central de esta construcción, que cuenta con unos cinco años de vida, a partir de una propuesta del propio presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado.

Esta Red se articula en el Consejo Comunal Comunero donde participan comunas rurales, urbanas, de trabajadores, intelectuales, campesinos, estudiantes y la enorme diversidad de sectores sociales venezolanos, juntos en un proceso creativo territorial.

La meta es lograr una Venezuela articulada en Consejos Comunales Socialistas, dije William. A su juicio esa construcción popular ha resultado uno de los aspectos menos desarrollados en los tres lustros de Revolución Bolivariana y por ende constituyen uno de los desafíos más urgentes.

¿Qué ha mediado para que ese proceso de construcción no se concretara como era esperado? William señala en primer término “el hecho de que el trabajo político e ideológico que hemos debido hacer para saber hacia dónde vamos”, marcando una diferenciación clara con modelos de “asociación de vecinos”: “no queremos asociarnos para reclamar que otros hagan, queremos hacer nosotros mismos, gestionar nuestra cotidianeidad”, afirma. “Hay una ideología dominante que nos plantea cómo pensar, valores que debemos desaprender y ese es el esfuerzo por el cual debatimos tanto”, agrega, indicando que la Red ya realizó cinco encuentros nacionales.

Otro factor que ha incidido en el aletargamiento de este proceso es, dice William, que en los cambios operados por la Revolución Bolivariana, el Estado prácticamente no ha sido transformado.

“La Asamblea Nacional Constituyente no hizo mayor esfuerzo en cuanto al Estado. Sigue siendo un estado gerenciado por ciudadanos venezolanos pero no con el protagonismo del pueblo. El propio presidente Chávez decía que se sentía como un subversivo dentro del estado”, reflexionó.

Ese estado aún no se independiza de mecanismos de cooptación y dominación que le dieran forma originaria y que determinan las conductas de alcaldes, ministros y otras jerarquías, con contadas excepciones, indica William, reiterando la consigna de que “el socialismo se conquista peleando, porque los pueblos siempre han tenido la razón pero no siempre han tenido la fuerza”.

En ese sentido y comentando las discusiones en la Asamblea de Movimientos Sociales hacia el ALBA, William señala que no se debe meramente demandar a los estados sino plantearse estrategias para conquistar las demandas populares.
Con varios ejemplos que indican el efecto retardatario de las estructuras burocráticas –“que aún permanecen en la misma lógica desde hace cien años”- el comunero plantea la diferencia política y social entre las comunas “construidas” desde el Ministerio respectivo y aquellas que tienen sus raíces en la autogestión y organización propia.
Lo urbano y lo rural

La incidencia de la renta petrolera en toda la cultura del trabajo en Venezuela en los ámbitos urbanos se refleja, según William, claramente en el formato de las comunas en las ciudades, en contraste con los rasgos distintivos de estas construcciones en regiones rurales y semi rurales.

William apunta que dentro de los objetivos de la Revolución bolivariana se incluye la recuperación industrial y agraria y con ellas la generación de condiciones culturales y por ende socio-políticas que colaboren con la concientización de las poblaciones. Aunque aclara que, durante la gestión de Hugo Chávez varios millones de venezolanas y venezolanos emergieron al consumo, al abandonar la pobreza extrema, por lo cual el aumento de la producción se ha visto algo demorado en relación a ese crecimiento de consumo.

William subraya que el propio Chávez chocó con una estructura burocrática que debió superar a través de “atajos” como las denominadas “misiones” que buscaban solucionar con pulsión de urgencia los vacíos más significativos de atención social, educativa y sanitaria en el país.

¿Desabastecimiento o sabotaje?

La imagen de una Venezuela caotizada y desabastecida colmó las pantallas y páginas de la prensa internacional en las últimas semanas, cuyo corolario implícito era la temprana ineficiencia del gobierno de Nicolás Maduro, asediado asimismo por un sabotaje desde la oposición que denunció fraude en las elecciones más observadas de la historia venezolana. Al respecto, el referente comunero dijo que “en Venezuela seguimos en elecciones” y que parte de la estrategia de la oposición es desgastar al gobierno de Maduro e intentar buscar un referéndum revocatorio a su mandato en apenas dos años.

“La oposición continúa con el saboteo. En su campaña, cada ciudad que visitaba Nicolás (Maduro) sufría apagones y era precisamente por sabotajes. Una de las cosas que no hicimos durante catorce años fue reconstruir las instituciones del Estado”, insiste para explicar asimismo la falta de algunos productos básicos. “El 70 por ciento de la harina de maíz está vinculada y depende de empresas privadas y es evidente el saboteo. La Polar, por ejemplo, utiliza azúcar en su refresco (Pepsi Cola) pero no ofrece azúcar a la población. El desabastecimiento es, pues, claramente político, más allá de las deficiencias del propio estado que debemos asumir de manera autocrítica”.
Prensa Radio Mundo Real
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Ubicacion: Venezuela

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