viernes, 12 de abril de 2013

Golpe - Escrito por Roberto Malaver Articulo de Opinión

Memorias de un escuálido en decadencia

¡Once años que dimos el golpe y todavía no lo reconocemos! Somos unos cobardes. Todos participamos. Desde Embajada Radonski hasta Leopoldo López y todos los compañeros que aparecen día y noche llamándonos a participar en la oposición. Sólo el compañero Pedro Carmona Estanga asumió ese peo, y tuvo que sacar un libro para decir quiénes se estaban echando para atrás, desde Brewer Carías hasta la doctora Sosa Cecilia, quien dijo que le iba a ver el hueso a Pedro Carmona.

Somos así, tiramos la piedra y escondemos la mano. Dígame Miguel Henrique Otero, no joda, allí la sinverguenzura no tiene tamaño, el hombre sacó dos ediciones de su periódico El Nacional y allí estaba anunciando el coñazo: “la Batalla final será en Miraflores”. Y todos estamos en ese libro que sacó la Defensoría del Pueblo y que se llama los Documentos del Golpe, uno revisa esa vaina y le da pena, penita, pena, toda la Alta sociedad civil apoyando aquel carajazo, ese libro tenemos que ver cómo carajo lo esconcemos porque allí están las firmas de toda nuestra gente decente y pensante.

El papá de Margot pasó todo el día de ayer viendo y leyendo ese libro y cada vez que encontraba la firma de uno de nuestros compañeros decía: “Este pendejo también firmó y ahora se la da de demócrata, por eso es que no servimos para un carajo”. En fin, que con nuestros medios de comunicación, con los compañeros de la cúpula de la iglesia, con nuestros queridos empresarios de Fedecámaras, con algunos compañeros de las Fuerzas Armadas y con la Alta sociedad civil, dimos aquel coñazo y rompimos el hilo constitucional, y por 47 horas tuvimos el poder, y mientras Daniel Romero leía sus considerandos, nosotros allí como locos en el Salón Ayacucho gritando libertad, libertad, cada vez que Romero eliminaba de un decretazo cualquier vaina. Y está para siempre ese grito de una garganta profunda: “Te queremos, Pedro”.Y ahora nadie asume, y mientras tanto cada mes de abril para nosotros se convierte en una calamidad porque este gobierno nos recuerda por todas partes aquel “Buenos Días, Venezuela, tenemos nuevo presidente”.

Esta tarde, el papá de Margot, desde su poltrona tomó el control remoto y puso nuestro canal, Globovisión, y allí apareció Embajada Radonski diciendo que “Yo no participe en el golpe del 11 de abril”. El hombre cambió de color y apagó el televisor, tiró el control sobre la mesa y se levantó de su poltrona, se fue al cuarto, abrió la puerta y dijo: “Váyanse al carajo” y le dio un coñazo a la puerta tan duro que todavía estoy sordo de bola.

- Golpe a golpe, verso a verso.- me canta Margot

robertomalaver@gmail.com

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