“En estos momentos se está cosechando, la máquina lo corta hace el
funcionamiento de lo que es la instalación del maíz, lo desgrana, y las hojas
salen por la parte trasera de la misma, mientras que el maíz desgranado, ya
óptimo, se aloja en el camión o tolva instalado donde se deposita, para luego
ser arrimado a los silos del Estado; este es el maíz blanco de consumo para
la vida, para el pueblo, para nosotros mismos como colectivo, para llevar la
tradicional arepa al fogón, y a la mesa del venezolano”
Lo anteriormente citado, corresponde a una extraordinaria experiencia que la
Revolución ha sembrado, de la mano, con quienes abrazan la esperanza en un
modelo productivo distinto para el país.
Se trata del Colectivo Gayones de Cabimba conformado por 21 familias,
ubicado en la parroquia Buría del municipio Simón Planas, territorio donde se
dio inicio la cosecha de maíz blanco consumo en las 180 hectáreas sembradas,
gracias al apoyo recibido de la Gran Misión AgroVenezuela (GMAV) a través
del Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista (Fondas), tal como lo aseguró
su vocero, José Colmenárez.
Durante el procedimiento de la cosecha los granos del maíz brillaron a la luz
del día, así como brillaban los ojos de los agrovenezolanos y agrovenezolanas
responsables del rescate de 196 hectáreas en el predio de Cabimba.
En cada procedimiento con la cosechadora extraen entre 3.000 y 3.500 kilos
de maíz; esta máquina fue otorgada al colectivo gracias al financiamiento
del Fondas, para apoyar las cosechas de todos los pequeños productores
dispuestos en la parroquia Buría.
“Esperamos cosechar 2.800 kilos de maíz por hectárea, en este predio
rescatado; que sepan los latifundistas, los opositores al Gobierno Bolivariano,
quienes manifiestan que nosotros, acá, en la zona no estamos cosechando;
les hago una invitación a que vengan y palpen nuestra cosecha porque,
sí, estamos produciendo en las tierras rescatadas, se está trabajando, y el
excedente de la producción será reinvertido para nuevas siembras, y para
apoyar necesidades de la comunidad” afirmó Colmenárez.
Sencillamente, la visita a Gayones de Cabimba, representó la vivencia, donde
con firmeza se sintió la brisa y efectos positivos de la verdadera Revolución,
ejemplo de trabajo, organización popular - productiva que fortalece y consolida
las políticas agrícolas del Proyecto Bolivariano.
Prensa Minci
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