El Delegado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez enfatizó que el pueblo soberano de esa nación, deberá ser el principal protagonista a considerar en las conversaciones de paz que sostiene el grupo beligerante con el Gobierno neogranadino en Oslo, Noruega.
“En el pueblo reposa la fuerza irresistible de la paz entre las partes contendientes, es él quien debe trazar la ruta de la solución política, es el pueblo a quien le corresponderá establecer los mecanismos que han de refrendar sus aspiraciones”, argumentó Márquez.
Asimismo, recalcó que un proceso de “paz express” por su volátil subjetividad y afanes, conduciría a su juicio, “a los precipicios de la frustración”. Para el líder de las FARC un proceso de paz que no aborde la solución de los problemas económicos, políticos y sociales generadores del conflicto “es una veleidad (capricho) y equivaldría a sembrar de quimeras el suelo de Colombia”.
Por otra parte, Márquez negó que las FARC sea un grupo guerrerista como lo han querido reseñar medios de medios de comunicación a lo largo del tiempo. “Venimos a la mesa (de negociación) con propuestas y proyectos para alcanzar la paz definitiva, cuyo propósito implique la desmilitarización del Estado y reformas socio-económicas radicales que funden la democracia, justicia y libertad verdadera”.
Sostuvo que el proceso de paz en el país neogranadino no se puede encadenar a una política enfocada exclusivamente en la obtención de ganancias para “unos pocos capitalistas a quienes no les importa la pobreza que abate al 70% de la población”.
En ese sentido, Márquez mencionó que más de 30 millones de colombianos viven en la pobreza. De ellos, unos 12 millones se encuentran en la indigencia y el 50% de la población económicamente activa agoniza entre el desempleo y sub-empleo.
Del mismo modo, aseveró que casi 6 millones de campesinos deambulan por las calles de Colombia, víctimas del desplazamiento forzoso. Subrayó que de 114 millones de hectáreas que tiene ese país, unos 38 millones están asignados a la exploración petrolera, 11 a minería y se proyecta pasar de 750 mil hectáreas de explotación forestal a 12 millones.
En materia ganadera, el negociador de las FARC afirmó que la extensiva ocupa 39,2 millones, el área cultivable se ubica en 21,5 millones de hectáreas; sin embargo, 4,7 millones están dedicadas a la agricultura, considerando que estas cifras son un “guarismo en decadencia porque el país importa 10 millones de toneladas de alimentos al año”.
Márquez agregó que 8 millones de hectáreas ha sido “arrebatadas a sangre y fuego” por presuntas masacres, fosas comunes, desapariciones, desplazamientos forzosos y crímenes de lesa humanidad llevadas a cabo por grupos paramilitares en los ochos años que gobernó el expresidente Álvaro Uribe.
Finalmente, consideró que hablar de tierras para las FARC, es considerar al territorio colombiano como una categoría que entraña relaciones socio-históricas de las comunidades, quienes llevan inmerso el sentimiento de patria.
Prensa YVKE
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