De nuevo el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Hugo Chávez, felicitó el simulacro del Consejo Nacional Electoral (CNE) celebrado el pasado 2 de septiembre. «Esa gran maquinaria roja y patriótica, más allá del PSUV y del Gran Polo Patriótico (GPP). Ayer había alegría, algarabía y nuestro plan, con algunos detalles que hay que corregir, funcionó».
«Entre 0 y 100 le pondría 90 puntos al plan nuestro de movilización, de apoyo al simulacro electoral, por el funcionamiento de las patrullas 1 x 10, de comandos a nivel de cada centro electoral, las mesas electorales, los comandos estadales, municipales, regionales y nacional. Es un buen ejercicio el que hicimos ayer y demostraremos el 7 octubre, donde tenemos que luchar muy duro».
En rueda de prensa de la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a la que se comunicó por vía telefónica, fue preguntado en torno a si voceros de la oposición estuvieron mandando a no participar en el simulacro de ayer.
El comandante Chávez respondió: «No le doy crédito a eso porque no tengo ninguna prueba, no hay ninguna veracidad, son como rumores, informaciones dispersas».
Sin embargo, afirmó que lo que sí es cierto y está comprobado es que en la oposición venezolana reinan las contradicciones, los enfrentamientos a cuchillo: «Es una batalla sorda que ya empieza a pasar de ser muda a ruidosa. Es una pelea tras bastidores a cuchillo».
«¡No sé cuántos partidos hay! ¿Cuántos cogollos, de los más antiguos hasta los menos antiguos? ¿Cuántos intereses?!», refirió el candidato de la Patria.
Sostuvo que tanto él como la dirigencia del PSUV y el pueblo conocen del «cogollo de Acción Democrática, de Copei y de partidos que nacieron como escoria de aquellos dos grandes partidos del siglo XX venezolano».
«Ahí hay un enfrentamiento a cuchillo que ha empezado a mostrar evidencias muy contundentes».
Ratificó que el paquetazo que tiene el candidato burgués debajo de la manga y que le tiene preparado a Venezuela es al más claro estilo del neoliberalismo salvaje, que roza con el fascismo y que sólo se le puede imponer a un pueblo a través de un gobierno tiránico, altamente represivo.
Indicó que no descansa en preparar los motores, haciendo ajustes para el arranque de la recta final de la campaña, rumbo a la gran victoria del 7 de octubre, revisando estrategias y tácticas.
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