Imágenes trucadas, hechos exagerados e informes tergiversados forman parte hoy la de la campaña mediática contra el Gobierno y pueblo sirios.
Un carro bomba estalló en las inmediaciones del mercado de Hamidiyeh, el más grande y populoso de la capital siria, divulgaron la víspera medios de televisión de transmisión por satélite.
Sobre la 13:40 hora local, una fuente dijo a Prensa Latina que la información transmitida por las cadenas al-Arabiya y al-Jazzera mostraba las imágenes de una gran explosión y que el autobomba ardía mientras se observaban afectaciones en los alrededores del lugar.
En la zona de los hechos, sin embargo, sólo un auto ardía a causa de un corte circuito cuando fue encendido por su conductor y una unidad de bombero apagaba las llamas.
Una fuente del Comando de la Policía de Damasco dijo que el incendio ocurrió a causa de una falla eléctrica en el sistema de encendido.
Lo único de cierto es que el incidente se registró en el barrio de al-Hariqah, cerca del mercado de Hamidiyeh, en la parte antigua, donde están próximas la mezquita Omeya, la Citadel de Damasco, la emblemática Calle Recta o Madhat Basha, y otras reliquias de esta milenaria ciudad.
Ejemplos como estos de manipulación son presentados en el exterior como acciones de las bandas insurgentes contra el Gobierno de Bashar al-Assad, algo frecuente cuando se amplían atentados o se trasnmiten imágenes de neumáticos o cauchos quemados en azoteas de edificios para dar efectos de bombardeos gubernamentales contra zonas civiles.
La víspera y como parte de la campaña contra esta nación levantina se consumó parte de la agresión contra Siria de la Liga Árabe, considerada un peón de intereses de naciones del Golfo y occidentales para apoyar la agresión en todas sus formas contra este país.
La compañía Nilesat suspendió la transmisión de los canales sirios a través de sus dispositivos técnicos, lo que -según una declaración del Ministerio de Información local- forma parte de la guerra mediática desatada.
La acción responde a un acuerdo antisirio asumido por una comisión de la Liga Árabe meses atrás y viola la Carta de Honor, el código demonológico de prensa y los principios de la labor mediática, señaló el Gobierno.
De esta forma se afecta la salida por esa vía del canal satelital sirio y las televisoras al-Ikhbariya y Adddounia, que transmiten informes sobre la crisis desde una óptica que difiere de la occidental.
Meses atrás, la red Voltaire denunció la preparación de una amplia campaña mediática contra este país, en la que jugarían un papel destacado estudios de televisión creados en Catar y Arabia Saudita, los cuales asesorados por expertos de inteligencia de Washington y París, ayudarían a mostrar imágenes de caos en Siria.
Un carro bomba estalló en las inmediaciones del mercado de Hamidiyeh, el más grande y populoso de la capital siria, divulgaron la víspera medios de televisión de transmisión por satélite.
Sobre la 13:40 hora local, una fuente dijo a Prensa Latina que la información transmitida por las cadenas al-Arabiya y al-Jazzera mostraba las imágenes de una gran explosión y que el autobomba ardía mientras se observaban afectaciones en los alrededores del lugar.
En la zona de los hechos, sin embargo, sólo un auto ardía a causa de un corte circuito cuando fue encendido por su conductor y una unidad de bombero apagaba las llamas.
Una fuente del Comando de la Policía de Damasco dijo que el incendio ocurrió a causa de una falla eléctrica en el sistema de encendido.
Lo único de cierto es que el incidente se registró en el barrio de al-Hariqah, cerca del mercado de Hamidiyeh, en la parte antigua, donde están próximas la mezquita Omeya, la Citadel de Damasco, la emblemática Calle Recta o Madhat Basha, y otras reliquias de esta milenaria ciudad.
Ejemplos como estos de manipulación son presentados en el exterior como acciones de las bandas insurgentes contra el Gobierno de Bashar al-Assad, algo frecuente cuando se amplían atentados o se trasnmiten imágenes de neumáticos o cauchos quemados en azoteas de edificios para dar efectos de bombardeos gubernamentales contra zonas civiles.
La víspera y como parte de la campaña contra esta nación levantina se consumó parte de la agresión contra Siria de la Liga Árabe, considerada un peón de intereses de naciones del Golfo y occidentales para apoyar la agresión en todas sus formas contra este país.
La compañía Nilesat suspendió la transmisión de los canales sirios a través de sus dispositivos técnicos, lo que -según una declaración del Ministerio de Información local- forma parte de la guerra mediática desatada.
La acción responde a un acuerdo antisirio asumido por una comisión de la Liga Árabe meses atrás y viola la Carta de Honor, el código demonológico de prensa y los principios de la labor mediática, señaló el Gobierno.
De esta forma se afecta la salida por esa vía del canal satelital sirio y las televisoras al-Ikhbariya y Adddounia, que transmiten informes sobre la crisis desde una óptica que difiere de la occidental.
Meses atrás, la red Voltaire denunció la preparación de una amplia campaña mediática contra este país, en la que jugarían un papel destacado estudios de televisión creados en Catar y Arabia Saudita, los cuales asesorados por expertos de inteligencia de Washington y París, ayudarían a mostrar imágenes de caos en Siria.
Prensa YVKE
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