El presidente francés, Francois Hollande, ha pedido que la ONU sancione la intervención internacional en Malí para combatir a los islamistas rebeldes que ocuparon el norte del país. Entretanto, 3.000 militares internacionales aguardan para entrar en Malí con apoyo occidental.
La exhortación de París se produce en medio de otras tantas declaraciones de países occidentales (como Bélgica y España) y de la Comunidad Económica de África Occidental (CEDEAO), cuyo contingente militar ya está preparado para entrar en Malí.
Hollande llamó a la ONU a dar luz verde a la intervención “lo más pronto posible” y declaró que su país está dispuesto a ofrecer todo el apoyo logístico y de inteligencia necesario a los países atacantes de la CEDEAO y a las autoridades de Malí, antigua colonia francesa.
La CEDEAO, compuesta por 15 países de la región, Malí incluido, respalda el llamamiento del Gobierno de Malí, la junta militar que llegó al poder tras un golpe de estado y que pide ayuda militar extranjera para acabar con la rebelión en el norte de país controlado por separatistas tuareg y grupos islamistas terroristas, presuntamente alineados con Al Qaeda.
Tras el golpe, el poder de la junta se tambalea, mientras que el norte de Malí (que abarca dos tercios del territorio del país) permanece bajo el control de separatistas tuareg, muchos de los cuales regresaron de Libia tras la caída de Gaddafi, y de grupos islamistas, supuestamente vinculados con Al Qaeda.
Los rebeldes intentan fundar su propio estado en los territorios capturados.
Mientras varios miembros de la CEDEAO respaldaron la resolución de fuerza, Estados Unidos, que ahora concentra sus fuerzas en apoyo de los rebeldes en Siria, se mostró cauteloso durante una sesión especial de la ONU sobre el asunto de Malí.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha pedido que los esfuerzos inmediatos se concentren en el establecimiento de un gobierno legítimo antes de empezar a enfocar las divisiones internas del país africano.
Recientemente, el Gobierno español declaró que está dispuesto a respaldar una eventual intervención militar ofreciéndose a contribuir con logística, transporte y labores de inteligencia. Bélgica también ha ofrecido ayuda a la coalición africana, prestándose a colaborar en el entrenamiento de militares de la CEDEAO.
Hasta ahora la ONU no se ha pronunciado sobre el asunto. Se informa que Malí está dispuesta a abrir su frontera para el despliegue de dicho contingente internacional cerca de Bamako, la capital del país.
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