martes, 25 de septiembre de 2012

(+VIDEO +EXCLUSIVO) VEA EL PLAN SECRETO QUE ACTIVARÁ LA OPOSICIÓN CUANDO PIERDA EL 7-0

Es una suerte de manual, cuyo autor intelectual y coordinador es Alejandro Plaz, fundador, junto a María Corina Machado, de la Organización No Gubernamental (ONG) Súmate, famosa por su trampa de las firmas planas en 2004 para validar la solicitud del referendo contra el presidente de la República, Hugo Chávez. Plaz, coordinador de eso que ellos llaman “día D”, es también acusado ante el Ministerio Público por conspiración para destruir en forma violenta el sistema político venezolano en ese mismo año.

Según el documento de consumo interno, este plan de acción rápida tiene entre sus objetivos “obtener toda la información requerida para reclamar el triunfo, defender el derecho al voto y convertir en aliados políticos a factores influyentes en la opinión pública”. ¿Por qué se habla de reclamar triunfo, cuál victoria?

Analizado el plan, lo anterior en otras palabras es igual a: desconocer los resultados de las elecciones si no les son favorables, cantar fraude electoral (se han encargado todos estos meses previos de preparar el terreno a través de sus voceros, medios de comunicación y redes sociales), organizar actos subversivos que contravengan el orden público y utilizar una “masa crítica” (profesionales de las más diversas áreas: periodistas, reporteros gráficos, abogados, artistas, ingenieros, economistas, etc.) como carne de cañón. Todo esto desencadenaría en una guerra civil o estallido social.

Pérez Pirela explicó que en la aplicación del plan el 7 de octubre se cruzan, encuentran o convergen dos sectores de la oposición. Uno que está dispuesto a respetar las reglas democráticas del juego, que cree en la salida electoral, pero que ha sido engañado con la falsa matriz de que “Capriles ganará” y envenenado con la tesis del supuesto “fraude”. Otro que acaricia acciones subversivas, violentas y desestabilizadoras, que no cree en la democracia ni respeta la institucionalidad legítima del país y que está dispuesto a hacer lo que sea “con tal salir de Chávez”.

El primero saldrá a la calle porque al saber que Capriles no es el ganador, sentirán profunda frustración y angustia. El segundo lo hará de forma premeditada, con alevosía, porque siempre estuvo en su agenda subvertir el orden y volver a los tiempos álgidos de las guarimbas.

En el documento se habla de “parcelación y mapeo de los municipios”, “establecimiento de puntos de apoyo operativo”, en los que funcionarán “cuadrillas” integradas por abogados, periodistas, camarógrafos y/o fotógrafos, observadores, militares retirados del golpista Frente Institucional Militar (FIM), jubilados, líderes políticos, motorizados, jóvenes de Javu, Bandera Roja, Proyecto Venezuela y Movimiento 13, etc., que constituirán una suerte de Plan República y Consejo Nacional Electoral (CNE) paralelos. De hecho, dos de los tópicos más graves es que estas cuadrillas estarán encargadas de “recolectar las actas de los centros, escanearlas y enviarlas vía Internet al comando Venezuela nacional y transportarlas al centro de recolección de actas municipal determinado por el comando”. ¿No es acaso esto una función exclusiva del CNE con el apoyo del Plan República?

Se habla de “acompañamiento a las observadores” y de “activar lugares claves de concentración y acción en cada municipio como: vías interurbanas, avenidas principales, plazas emblemáticas, gobernaciones y alcaldías, puntos no civiles estratégicos, medios de comunicación, puertos y aeropuertos”. ¿Acaso esto no nos recuerda a las guarimbas de 2002, 2003 y 2004? Incluso se refiere no pocas veces en el escrito la necesidad de defensa y celebración de la victoria ¿Cuál victoria? ¿Dan por sentado que ganarán cuando todo, en especial las estadísticas, indican que así no será?

Pérez Pirela dijo que es importante considerar en este contexto que el acuerdo propuesto por el CNE en el que los sectores políticos que participan en la contienda presidencial se comprometen, a través de la firma de sus candidatos, a “respetar las leyes, la institucionalidad democrática y los resultados que emita el propio árbitro electoral, que serán expresión fidedigna de la voluntad popular expresada en las urnas”, no fue suscrito por el aspirante de la derecha, Henrique Capriles, sino por su representante legal ante el CNE, Juan Carlos Caldera, quien, como se sabe, ya no cumple tales funciones porque está involucrado en un bochornoso caso de corrupción y fue víctima de una expulsión express, sin investigación previa, del “proyecto político opositor”. Sirva este dato para analizar en qué tónica juega Capriles y cuáles son las acciones que podría estar preparando.

Mira a continuación parte de la información que contiene el documento secreto del Comando Venezuela:

































































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