Extrañamente vaticina en su artículo, el mismo que llamó hace algunos años a "incendiar Caracas", que el 7 de octubre se reeditarán los hechos de abril de 2002: "si el CNE comete fraude, lo que vendrá será horrendo. En minutos, las calles del centro de Caracas se llenarán de gente celebrando el triunfo de Chávez. Del otro lado de la ciudad, Capriles dará una rueda de prensa y convocará a los venezolanos a la calle. En cuestión de horas, habrá dos masas humanas contrapuestas y radicalizadas, en cada ciudad de Venezuela.
Luego coloca: "para Chávez el asunto es complejo. Matar a la oposición no le garantiza el triunfo y supone deslegitimar la elección. Además, esa es siempre una orden peligrosa porque presiona a la FAN al límite del desconocimiento. Le queda, entonces, recurrir a la misma estrategia que tanto le ha servido en momentos críticos (¿se acuerdan del paro?), desgastarnos por cansancio. Sabe Dios cuantos días, semanas o meses pasará la gente en la calle. Los procesos pacíficos de liberación de Europa del Este pueden ser más ilustrativos que los del Medio Oriente, porque nosotros no estamos armados".
Y termina con la gran amenaza a la presidenta de un Poder legítimo del Estado: "si yo fuese usted, Rectora Lucena, me lo pensaría dos veces. Es muy fácil que al chavismo se les salgan de control sus grupos armados, lo que generaría un caos que acabaría para siempre con el PSUV. No tienen ninguna garantía de sus paramilitares no comentan tonterías, porque ustedes se encargaron de que la FAN no mantuviese el monopolio de las armas. Los generales rojos tienen que decidir si masacrarnos y pasar el resto de sus vidas en prisión o reconocer y esperar a las próximas elecciones. Al fin y al cabo, el país no se acaba el 7 de octubre".
Escribe Goicoechea, por cierto con errores de concordancia gramatical, en la misma tónica del reciente llamado que hace la Organización de Venezolanos en el Exilio (Orvex), desde Miami, a "tontos útiles" opositores a formar "células de resistencia" con máximo 11 personas y salir a la calle a partir de las 8 de la noche, antes que sean anunciados los resultados, para protestar anticipadamente por el supuesto "fraude electoral". Plan éste idéntico a las sangrientas amenazas de Koesling, Mardo y Semtei. Es todo lo anterior igual al plan de reacción rápida del Comando Venezuela que consiste en la formación de "cuadrillas" sustitutas del Plan República y del CNE.
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