Un día como hoy, hace 39 años, bajo el mando del general Augusto Pinochet, se consumó el golpe de Estado preparado por la CIA y el Departamento de Estado de Estados Unidos contra el presidente Salvador Allende. De esta manera, la derecha chilena echó a andar un plan que tenía dos objetivos claros: destruir la organización popular y poner en marcha un modelo económico neoliberal.
Así lo explicó al Correo del Orinoco la diputada socialista María Léon, quien señaló que “la victoria del movimiento popular en Chile marcó un nuevo avance del socialismo” en Nuestra América, después de la Revolución Cubana, que triunfó en 1959.
La dirigente popular y exguerrillera destacó que el presidente Allende experimentó una alternativa a la vía armada en nuestro continente, donde para entonces se mantenían en lucha varios movimientos de liberación nacional. Pero Estados Unidos vio en ese ensayo democrático y pacífico una amenaza: “El imperialismo ya enfrentaba un desafío con la gloriosa Revolución Cubana, a escasas 90 millas de su territorio, y no podía tolerar el ejemplo que la experiencia chilena significaba para todo el continente. Por eso empleó todos los recursos de la CIA y de los monopolios para asesinar a Allende y destruir esa revolución pacífica”.
Apuntó León que, una vez consumado el asesinato del Presidente chileno, al mismo tiempo que se desató una represión criminal de las organizaciones populares y los partidos de izquierdas, “el imperialismo aplicó una nueva estrategia: se dedicó a establecer las condiciones para ensayar un nuevo instrumento de dominación sobre los pueblos: el modelo neoliberal”.
Lección de unidad
La diputada León subrayó el valor de las enseñanzas que dejó la experiencia chilena: “Con Chile se demuestra la autenticidad de la visión del comandante presidente Hugo Chávez de que una Revolución puede ser pacífica, pero no desarmada, y por lo tanto pone de relieve la necesidad de unificar las fuerzas patrióticas y revolucionarias, tanto civiles como militares”.
Ese es el saldo organizativo que dejó para la clase trabajadora y para todos los oprimidos del continente el sacrificio del presidente mártir, Salvador Allende, el primer Mandatario que enfiló el rumbo hacia el socialismo por el camino pacífico, electoral, afirmó la dirigente:
“Con la victoria de la Unidad Popular en 1971, Allende convirtió en una idea triunfante la propuesta de un frente de unidad que incorporara todos los sectores revolucionarios y progresistas, herencia del movimiento proletario que parte de la doctrina del frente único planteado por Jorge Dimitrov y la Tercera Internacional contra el fascismo. Su aplicación en muchos partidos de nuestra América permitió avances muy importantes”, dijo.
Recuperación del Movimiento Popular
En cuanto a la recuperación que experimenta el movimiento popular chileno, expresada en los combates que libran por sus derechos estudiantes, trabajadoras y trabajadores de la educación, así como los mineros y otros sectores laborales, León afirmó:
“La clase trabajadora chilena ha sido una de las más combativas de nuestro continente, forjada con sus grandes líderes, Luis Emilio Recabarren, Gladys Marín y el poeta Pablo Neruda. Su espíritu de lucha ha sido inquebrantable, a pesar de los años de represión, de los muertos y desaparecidos. El resurgimiento del socialismo en Nuestra América ha reimpulsado la lucha de esa clase trabajadora y de todo un pueblo que hoy demuestra, como en otros procesos revolucionarios, que la juventud ha tomado un puesto de vanguardia”, indicó.
Igualmente, dijo que “el destino del pueblo trabajador en Chile y en todo el continente es el triunfo contra el imperialismo y la burguesía local, con la unidad de todas sus fuerzas
revolucionarias integradas al movimiento liberador latinoamericano y caribeño”.
–¿Qué opina sobre la represión contra las organizaciones estudiantiles y populares en Chile?
–Las fuerzas del imperialismo, de la burguesía y de la reacción en nuestro continente pretenden detener el avance incontenible de un movimiento que recorre todos los países del mundo. Los pueblos están conscientes de que se debaten entre dos opciones, la independencia y la vida, o el colonialismo y la muerte con la sumisión. La represión es el arma de todos los esclavizadores a través de los tiempos para producir terror ante el pueblo insurrecto, pero la lucha por la justicia se mantendrá.
El Futuro es el Socialismo y la Paz
–¿Cuál es la perspectiva de las luchas populares chilenas?
–En 2017 se cumplirán 100 años de la primera revolución socialista de la historia. A pesar de las enormes dificultades que ha tropezado la construcción de este nuevo modelo de poder de la clase trabajadora y del pesimismo que originó la caída del modelo socialista en Europa, el siglo XXI ha comenzado con la “Revolución Bolivariana”, la primera Revolución que triunfa contra el modelo neoliberal y se desarrolla de manera pacífica pero no desarmada, como lo afirma el presidente Chávez.
“El neoliberalismo que, como dijimos, se ensayó en Chile para frenar el socialismo, está ahora en franco deterioro. Las perspectivas de avance de los pueblos están determinadas por la posibilidad de derrotarlo definitivamente en paz”, finalizó León.
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