Este martes, organizaciones de derechos humanos, junto a organziaciones estudiantiles, sindicales, académicas y sociales convocaron a marchar en conmemoración del aniversario número 39 del golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, que devino en la muerte del presidente democrático y socialista Salvador Allende.
El pueblo chileno rendirá homenaje a las víctimas del golpe de Estado y a la memoria de Allende, mientras el Gobierno de Sebastián Piñera no tiene contempladas actividades oficiales de recordación y anunció que “será un día normal” de trabajo.
Las actividades populares incluyen actos ante el monumento al presidente Allende, ubicado frente al Palacio de la Moneda, que el 11 de septiembre de 1973 fuera atacado por efectivos del Ejército y bombardeado por la Fuerza Aérea para echar abajo al gobierno de la Unidad Popular.
Por su parte, la Universidad de Santiago convocó a la comunidad universitaria a conmemorar los hechos, en recordación de los 62 muertos de esa casa de estudios durante los sucesos, entre ellos el cantautor Victor Jara.
La principal conmemoración se realizó el pasado domingo, con una marcha en la que participaron miles de personas, y que concluyó frente al Cementerio General, en las inmediaciones del memorial de los detenidos desaparecidos y los ejecutados políticos.
En cada uno de los actos, los chilenos demandarán el regreso de las políticas de igualdad que este gobernante logró instaurar o estaban en proceso de implantación en beneficio de todos los habitantes del país.
Los gremios estudiantil y docente piden volver al modelo educacional planteado durante el gobierno de Allende, el cual establecía la gratuidad de la enseñanza, donde el Estado se hacía cargo de garantizar este derecho a todos por igual.
Asimismo, la sociedad se reclama el control estratégico de los recursos naturales del país, tal como sucedió en los tres años de gobierno de Allende, cuando se nacionalizó la industria del Cobre.
Otros aspectos vinculados a la gestiónd e Allende y que son exigidos hoy día son la reforma agraria, el control de precios, el aumento de salarios a todos los trabajadores y una reforma constitucional.
El Gobierno aseguró que “respetará cualquier manifestación, siempre que sea en forma pacífica y tranquila”.
Los hechos de 1973
En la mañana del 11 de septiembre de 1973, los acontecimientos se sucedieron de manera relámpago. Una vez que Allende recibió el primer parte sobre la sublevación de los uniformados, se dirigió a La Moneda, cuando aún el palacio era custodiado por la policía de Carabineros.
Tras conocerse el primer comunicado de la Junta Militar, esa fuerza comenzó a retirarse, hasta dejar desprotegida La Moneda, solo defendida por el Presidente, su guardia personal, miembros de su gobierno y otro personal de la casa ejecutiva.
Cerca del mediodía, Allende pronunció a través de Radio Magallanes su último mensaje al país, en el cual expresaba la decisión de combatir hasta el final en defensa de la constitucionalidad.
Poco después, aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile comenzaron a lanzar cohetes contra la mansión presidencial, cuyos defensores, en combate desigual, no pudieron resistir la embestida de las fuerzas armadas, al mando del general Pinochet.
Allende fue encontrado muerto en el interior de la Moneda, junto a su fusil, un regalo del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
Años después de la asonada golpista, cuando el asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Richard Nixon, Henry Kissinger, conoció en 1970 la victoria de Allende, expresó: “No veo por qué tenemos necesidad de estar parados y ver un país ir al comunismo por la irresponsabilidad de su propio pueblo”.
De acuerdo con el segundo informe de la Comisión Valech, entregado en agosto de 2011 al presidente Piñera, las víctimas de la dictadura de Pinochet suman más de 40 mil, entre ellas más de tres mil muertos.
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