Actualmente, alrededor de ocho millones de niños y adolescentes forman parte del sistema educativo venezolano, 25 % más que hace trece años, cuando comenzó a gobernar Hugo Chávez.
Ese crecimiento exige, además de un incremento de la infraestructura escolar y de docentes, otros insumos asociados, como cuadernos, uniformes y calzado.
Esos rubros están incluidos justamente en la cadena productiva que el Estado venezolano intenta reforzar como parte de la construcción de su nuevo modelo económico socialista.
El vicepresidente para el área Económico-Productiva, Ricardo Menéndez, destacó este lunes el auge de empresas como la Industria Venezolana Endógena de Papel (Invepal) y los conglomerados del textil y del calzado.
Invepal es una empresa recuperada por los trabajadores y el Estado luego de que sus propietarios declararan en quiebra en 2003 a la antigua Venepal y dejaran sin sustento a unos 300 empleados.
El también ministro de Industrias señaló que, desde 2011 hasta hoy, la producción de Invepal se ha incrementado 248 %, y cubre 15 % de la producción nacional de cuadernos y resmas de papel. La meta es llegar a 40 %, un importante ascenso en comparación a la producción de 2 % en 2005, cuando el Gobierno tomó el control de la compañía.
En ese sentido, puntualizó que está en proyecto la planta procesadora de pulpa de papel, ubicada al norte del río Orinoco, y que debe estar lista en diciembre de 2013. Su meta es producir 250 mil toneladas de pulpa de papel por año, que hoy es totalmente importada en Venezuela. Con la capacidad que tiene prevista, este fábrica incluso podrá producir para la exportación.
Menéndez añadió que toda esta cadena también implica la multiplicación de la capacidad de siembra de árboles para tener la materia prima: la madera.
"En las próximas dos semanas culminamos el proceso de plantación de madera que se asocia al plan forestal de Venezuela", comentó del plan, en el que participaron más de 6 mil personas. Se prevé llegar a 21 millones de árboles plantados este año, a 40 millones el próximo y 120 millones anuales a partir de 2018 en todo el país, "para alimentar lo que estamos instalando en capacidades industriales".
Señaló además que todo el papel de los libros de texto generados por el Ministerio de Educación este año ha sido preprocesado por Invepal, lo que abarata los costos.
Textil y calzado hecho en Venezuela
El vicepresidente para el Área Económico-Productiva explicó que a través de las leyes dictadas por el presidente Hugo Chávez, en el marco de la habilitación para legislar que le confirió la Asamblea Nacional (AN) hasta junio pasado, se han promovido los llamados conglomerados del textil y del calzado.
Un conglomerado es la unión de distintas compañías para asegurar la demanda conjunta de bienes y servicios.
En ambos sectores, indicó Menéndez, 110 empresas han recibido aportes del Estado de forma directa, por un total de 500 millones de bolívares. Se trata o bien de compañías que nacen a partir de este financiamiento o de unas ya constituidas que utilizan la inyección de capital para repotenciar sus capacidades productivas.
Con este apoyo, el conglomerado del calzado, que hoy agrupa a 346 empresas, podrá cubrir 34 % de la demanda nacional, cuando hoy abarca 12 %. Mientras, en el conglomerado textil, que reúne a 1.087 empresas, se aspira a incrementar la producción nacional de telas en 32 % y pasar de cubrir 20 % de esa producción a 42 %.
"No vamos a competir con los privados instalados. Aspiramos a que ellos continúen su crecimiento. Lo que vamos a generar es nuevas capacidades de producción instalada", precisó el ministro. "Es la reconstrucción de la cadena del textil en el país", añadió.
El vicepresidente recordó que gran parte del financiamiento que otorga el Fondo Bicentenario se ha destinado a plantas del área textil "para ayudar a reconfigurar este sector que ha sido golpeado" y que "fue testigo de la devastación del neoliberalismo en Venezuela".
"Un niño que puede vestir para ir a la escuela producto del trabajo de otra persona del mismo pueblo, precisamente por la organización de un sistema productivo, es motivo de alegría y orgullo", destacó Menéndez.
Asimismo, el ministro mencionó los principales desafíos de ambas redes productivas: la inyección de recursos para bienes de capital y capital de trabajo, la garantía de insumos y la instalación de tiendas propias de los conglomerados para que sus productos lleguen al pueblo.
En cuanto al apoyo financiero, destacó la importancia del Fondo Bicentenario para promover la producción y la sustitución de importaciones. Además, en cuanto a los insumos, señaló que prevén abrir grandes almacenes para que las distintas empresas obtengan materia prima. La ventaja: "al hacer las compras a escala, abaratamos costos".
Del mismo modo, comentó que crearán tiendas de conglomerados en cada región del país para garantizar la salida de la producción a precios acordes con los costos de producción, que se han reducido entre 25 % y 30 % de manera directa. La meta es inaugurar diez para el cierre de este año.
Estas industrias gozan además de preferencia en las compras que realiza el Estado, que hasta ahora han permitido transar unos 9.500 millones de bolívares.
Prensa AVN
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