El miedo a los micrófonos y a hacer radio es el recuerdo que tiene Maritza Cepeda del momento en que inició la primera transmisión del programa Un asunto en colectivo, que produce y dirige a través de la radio marabina «Vereda Libre», espacio popular que cambió los aires de la parroquia Coquivacoa con los tambores, la salsa y la música que difunde por la frecuencia modulada 104.7.
Maritza relata a todo el que llega de visita a la emisora que el principio fue difícil pero las ganas de echar pa’lante la radio y liberar las veredas de las drogas vencieron los obstáculos que tuvieron para consolidar la estación, que para el 15 de agosto de 2004 –fecha del fracasado Referéndum Revocatorio que pretendía sacar del poder al presidente Chávez– difundía su programación a través de un transmisor de sólo cinco vatios de potencia.
El sueño de sus fundadores de ser protagonistas de la comunicación popular se vio cristalizado con la llegada del presidente Hugo Chávez a la presidencia, y con la promulgación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos, además del impulso que el Comandante-Presidente le brindó a los medios alternativos, exclama la sexagenaria.
Para ella, el salir al aire por primera vez con un transmisor del tamaño de «una caja de zapatos» es un hecho que cada día se hace más lejano, ya que hoy «Vereda Libre» tiene diversos equipos nuevos y adecuados a las tecnologías, que adquirieron debido al aporte económico que les dio la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Conatel, a principios de este 2012 para afrontar las exigencias de la comunicación actual.
Con producción ciento por ciento comunitaria, «Radio Vereda Libre» llega a los oídos y al corazón de más de 100 mil jóvenes, madres, chóferes de autobús y niños que corren y juegan en las calles de cemento de San Jacinto, sector zuliano que caracteriza la ciudad del sol amada.
Con una sonrisa y una mirada esperanzadora, Fernando Acosta, representante de la emisora, recordó los primeros días de este medio; época que fue difícil y que está superada. Acosta, también relata que la nueva infraestructura física y la modernización de sus espacios los hace más humanos y tecnológicos.
Además de este aporte que sustenta y favorece la lucha diaria de informar, educar y entretener, los representantes de este medio sin fines de lucro y la comunidad de piel guajira participaron en talleres dictados por Conatel sobre percepción crítica de los mensajes y normas de seguimiento y administración de los recursos recibidos para garantizar su operatividad.
Junto a esta radio, ya son 135 los medios populares de todo el país que han sido apoyados por el Gobierno Bolivariano.
«Radio Vereda Libre», más que micrófonos y consolas
El primer paso de este medio comunitario señal de calle, calor y verguero* fue crear cambios de consciencia en la comunidad sobre un negocio de antiguos empresarios de la Cuarta República –carentes de humanidad– que construyeron las casas de San Jacinto con asbesto, material con efectos cancerígenos conocido por producir fibrosis pulmonar.
Luego de un extenso trabajo investigativo los representantes de «Vereda Libre» descubrieron con absoluta certeza que ese mineral tiene prohibido su uso en más de 180 países y el setenta por ciento de los ciudadanos que allí habitan tienen cerca de cuarenta años expuestos a dos tipos de cáncer: de pulmón y mesotelioma –tumor maligno que afecta la pleura.
La producción de micros y campañas que sensibilizaron e informaron a la comunidad sobre el peligro de continuar bajo ese material y con el apoyo del Comité de Salud del estado Zulia, la emisora demostró que la información es un poder en las manos. Ya son visibles los trabajos que la comunidad y los concejos comunales están realizando para la sustitución de los techos de asbesto.
Las donaciones dan vida a las voces de los bardos
Por su figura legal sin fines de lucro, «Radio Vereda Libre» mantiene sus espacios con donaciones de la comunidad y trabajo voluntario que mantienen vivo el espíritu de las voces de los bardos de esta radio maracaibera.
A diferencia de los grandes medios que nos alejan de la realidad local, este espacio comunitario siente amor e interés por las pequeñas cosas que suceden desde el abasto de la Sra. María hasta las canchas donde los deportistas juegan sus ‘caimaneras’. Para sus fundadores, la mejor manera de enfrentar el contra ataque mediático es tener una programación de calidad.
Conscientes de las herramientas comunicacionales que sus programas contienen, «Vereda Libre» articula a diario con redes culturales y más de cinco colectivos de la zona para rescatar, desarrollar e impulsar la cultura popular.
En la tarea de registrar la historia de las veredas de San Jacinto, esta radio zuliana continuará utilizando el espectro radioeléctrico en la batalla comunicacional que emprende cada día con 24 horas de música y programación de calidad.
*Verguero: expresión zuliana que denota desorden e infinidad
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