Barquisimeto, 20 Dic. AVN.- Un pote envuelto en papel de regalo con una ranura en la parte superior que simula una alcancía es uno de los elementos que sobresale en estos días decembrinos, en la mayoría de los locales comerciales o prestadores de cualquier tipo de bienes y servicios de Barquisimeto, y en algunos pueblos y ciudades de Lara.
Cada vez que nos percatamos de estos dispositivos de fabricación doméstica y observamos a otras personas introducir una moneda o billete, estamos en presencia del tradicional juego decembrino "Dame mi aguinaldo", de ampliación difusión en Lara.
El portal Aguinaldos.org indica que "pedir el aguinaldo" es una de las costumbres típicas de la Navidad más populares desde hace décadas" que "hoy todavía perdura en ámbitos rurales y ciudades".
La costumbre se practicaba cuando niños y jóvenes iban a visitar las casas de familiares y vecinos, llamaban a la puerta y cantaban villancicos navideños u aguinaldos. Los dueños de la casa tras escuchar las canciones les daban una pequeña contribución monetaria a los niños y jóvenes.
El aguinaldo se suele pedir durante la Nochebuena, o incluso en algunos sitios el día de Navidad. No obstante, en Venezuela se pide desde principios de diciembre en diversos espacios públicos de pueblos y ciudades.
Jonathan López es bombero en la estación de servicio Bracamonte, situada en la avenida del mismo nombre con la Venezuela de Barquisimeto.
Explica que "ésta es una tradición navideña que cumplimos todos los años en nuestro puesto de trabajo", mientras atiende uno de los automóviles.
Cuenta que el pote de aguinaldo de este año "lo colocamos el pasado pasado 15 de diciembre. Lo hizo uno de mis compañeros".
Dijo: "El dinero recibido es la compensación económica solidaria que recibimos de nuestros cliente más fieles, por la atención que han obtenido de nosotros durante el año".
Agrega que este año "hemos recibido bastantes aguinaldos. Ya tuvimos que cambiar de pote. En esta época la gente anda con dinero y por la fecha se ponen bastante generosos, gracias a Dios".
Jean Carlos Fonseca es vigilante privado en la urbanización Valle Hondo de Cabudare, en el municipio Palavecino. "Colocamos el pote con el permiso de la Junta de Condominio", advirtió.
Destaca: "A mí me parece muy simpática esta tradición. Más que dinero es una demostración de afecto, de agradecimiento de los residentes y visitantes de la urbanización por el trabajo que cumplimos".
Acota que al final del año los aguinaldos serán distribuidos entre los dos vigilantes que laboran en esta urbanización.
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