Un total de 12 días es lo que tardará el satélite Miranda en cubrir los 3.000 kilómetros de longitud que posee el territorio venezolano, en este período de tiempo se estima que el dispositivo espacial pueda capturar imágenes de zonas específicas del país, indicó el ingeniero geofísico y encargado del área de proyectos de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae), Terepaima Tavare.
"Lo mínimo que podríamos esperar haciendo maniobras con nuestro satélite serían cuatro días, es decir, un período de cuatro revisitas sobre el mismo sitio", mientras que para cubrir todo el territorio nacional, el satélite tardará 12 días, explicó Tavare durante una consulta realizada por el Presidente de la República, Hugo Chávez, el pasado viernes.
Estas imágenes serán capturadas con dos cámaras diseñadas para una resolución espacial de 2,5 metros en modo pancromático y 10 metros en modo multiespectral, las mismas alcanzan un barrido en tierra de 57 kilómetros de ancho.
El Miranda cuenta también con dos cámaras que pueden distinguir detalles espaciales con un tamaño cercano a los 16 metros, y un barrido en tierra de 369 kilómetros de ancho.
"Aunque la órbita permanece fija tiene una capacidad de moverse y para hacer maniobras, puede girar", señaló Tavare para hacer referencia a la capacidad de movimiento del satélite para obtener las imágenes requeridas por instituciones del Estado y la población en general.
Comentó que el satélite Miranda pasará todos los días por una misma zona justo a las 10:00 de la mañana, lo que permitirá capturar 350 imágenes diarias (unas 127.750 en un año).
"La imagen de mayor ancho es de 369 kilómetros, tomando como eje central la órbita del satélite, es decir, un 50% al este y 50% hacia el oeste del país. Serían como 180 kilómetros a ambos lados y tendríamos una revisita del satélite de 12 días cuando pasa por el mismo punto", destacó Tavare.
El lanzamiento del Miranda, segundo satélite venezolano, ocurrió a las 11:42 de la noche del viernes, cuando el dispositivo fue transportado a su órbita con el cohete lanzador chino Larga Marga 2D (LM-2D), desde el norte de la República Popular China.
Control satelital
Con una antena de 9 metros y otra de 12 metros podrá controlarse el satélite Miranda, desde la Base Aeroespacial Capitán Manuel Ríos (Bamari), ubicada en El Sombrero, estado Guárico; punto en el que se manejará la telemetría del satélite, tecnología que permite la medición remota de magnitudes físicas para el envío de información hacia el operador del sistema.
En este caso, la información será recibida en la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, situada en La Carlota, Caracas, donde se encontrará el Sistema de Gestión de Operaciones, conformado por cuatro profesionales formados en China.
"Estamos a cargo de recibir las órdenes de usuarios, las imágenes que se necesitan y generar la misión satelital, es decir, el tiempo en el que el satélite va a encender las cámaras para tomar las imágenes del terreno y el tiempo en el que el satélite va a transmitir esas imágenes a la antena de 12 metros. Estos telecomandos se envíarán a los compañeros que están Caracas", puntualizó Francisco Méndez uno de los ingenieros del Sistema de Gestión de Operaciones.
Respecto al funcionamiento específico de ambas antenas, el también ingeniero de la Abae, Luis Zambrano, añadió que la antena de nueve metros será para la telemetría del satélite, para traquearlo, saber dónde está y conocer su salud.
Asimismo, destacó que en caso de que la antena de nueve metros presente algún inconveniente, la antena de 12 será un respaldo desde donde también podrá controlarse la telemetría.
Segmento terreno
El sistema satelital está compuesto por varios componentes, que forman parte del segmento terreno, en el que es controlado el satélite para mantenerlo en su órbita y en su carga útil. El mismo será manejado por un grupo de 10 profesionales, que aún se están formando en China y regresarán a Venezuela en enero, una vez que el país asuma el control total de este dispositivo.
En el Centro de Control Satelital, que también estará en Bamari, laborarán 10 profesionales que se encargarán de la operación del satélite, de mantener sus parámetros, y que el satélite se mantenga en su forma correcta, comentó Méndez.
El grupo destinado al manejo de las aplicaciones del satélite, está conformado por 21 profesionales y éstos se encargarán de la recepción de las imágenes que el satélite tomó, sostuvo Zambrano.
Mientras que en Caracas se encontrará el Sistema de Servicio al Público, integrado por dos profesionales; este servicio al público tendrá una página web a la que los usuarios podrán acceder. "Se selecciona el área en que se quiere y la página va a contener la cantidad de imágenes de esas zonas, en un momento determinado", puntualizó Zambrano
En este sentido, dijo que sólo aparecerá una imagen de pequeña resolución, solamente para que se vea el área y allí se realizará un pedido a Abae para que se pueda hacer la descarga, esto en caso que no esté disponible en la página.
Entre Bamari y La Carlota
En cuanto al Sistema de Procesamiento de Imágenes, el área se encargará de traducir esas imágenes, a través de la lectura que harán los geógrafos, cartógrafos e ingenieros, las imágenes que serán recibidas en Bamari podrán enviarse a La Carlota, mediante una fibra óptica.
En La Carlota se reciben órdenes para la toma de las imágenes y, de acuerdo a esas órdenes, se podrá conocer en qué zonas específicas del país se tomarán las fotografías, una vez que el satélite vuelva a pasar por el territorio.
"Nos encargamos de hacer las maniobras necesarias para tomar esa captura. Se pueden dar casos especiales, por ejemplo, de algún desastre natural, por el satélite se podría predecir hacia dónde va esa inundación y hacia dónde podrían ir los equipos de rescate", señaló la física de la Abae, Ruth Matute.
Los sensores ubicados en el satélite Miranda permitirán obtener datos del territorio de manera periódica y confiable, por lo que el dispositivo contará con una base cartográfica precisa y actualizada que podrá monitorear los cambios en los cauces de los ríos, así como también determinará en tiempo casi real cualquier variación que se produzca en el territorio nacional, en áreas como la agricultura, ambiente, zonas urbanas, seguridad y defensa, petróleo y minería.
Este dispositivo de percepción remota pesa 880 kilogramos, está ubicado a una altitud de 639,5 kilómetros y tiene una vida útil de cinco años.
AVN
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