lunes, 25 de marzo de 2013

El sacerdote Numa Molina cree que a Chávez pudieron provocarle el cáncer


La posibilidad de que al presidente Hugo Chávez le hayan “sembrado” el cáncer no es descabellada, en opinión del padre Numa Molina, párroco de la Iglesia de San Francisco de Caracas.

“Esta tesis la sostengo desde hace rato; ahora no tengo ningún temor en decir que sí creo que hubo una manipulación científica perversa para quitar del medio, en un modo pacífico y sin que eso implicara un costo político, a una vida como la de Hugo Chávez”, aseveró Molina.

Hace dos años, aproximadamente, “he venido recibiendo informaciones de personas muy competentes en el ramo de la ciencia y, sobre todo, del mundo de la investigación. Venezolanos que viven en el exterior, que están en niveles importantísimos de investigación, y que lo sostienen”, señaló.

No obstante, el sacerdote recalca que verificarlo le corresponde a la comisión oficial que se formará después del 14 de abril, tal como lo indicó el presidente Nicolás Maduro.

“Se debe hacer una investigación. Claro que se debe hacer. Yo sí creo que se debe hacer. No podemos quedarnos en un estado de ‘aquí no pasó nada’. El mismo presidente Chávez se hizo preguntas, muchas veces se hizo preguntas”, manifestó.

Resaltó, también, que el Jefe del Estado “fue una persona que siempre creyó en la bondad de la gente, y tal vez, como nos pasa a todos, no creemos que el ser humano pueda llegar a tal capacidad de maldad”.

LA CIENCIA PARA EL MAL

Investigar las causas de la muerte del Comandante es, a su juicio, aclarar una duda que ronda millones de cabezas. “Es como cuando se te muere un familiar por mala praxis médica, y no haces un reclamo. Te queda eso, te queda eso ahí y siempre te estarás preguntando qué pasaría”, señaló. “Para eso están los cuerpos de investigación, para eso está la ciencia. Yo creo que se debe hacer, el tiempo que tome y con los expertos que haga falta”.

A quienes se burlan de la posibilidad de que al Presidente se le haya provocado el cáncer por algún mecanismo, les respondió que “esa risa es un modo de disuadir al pueblo, para que no caiga en la cuenta de toda la capacidad de mal que puede existir. ¿Cómo les va a dar risa si estamos convencidos, además, de todas las armas bacteriológicas que ha desarrollado Estados Unidos? ¿Cómo me van a venir a tapar el sol con un dedo? ¿Cómo me van a decir, por ejemplo, que las bombas de uranio empobrecido que destruyeron a Irak no siguen destruyendo y siguen naciendo niños mutilados?”.

VIDA PARA LOS OTROS

El padre acompañó al Comandante en la capilla ardiente en la Academia Militar, y estuvo con la familia Chávez luego de que el Presidente fue llevado al Cuartel de la Montaña, en el 23 de Enero. Considera que el pueblo debe darse la oportunidad de llorar por la partida del Jefe del Estado, pero también insiste en que hay consuelo. “Cuando uno entra a ver la realidad de lo que fue la vida del presidente Chávez de cara al compromiso con los excluidos, con los pobres, pues todos fueron gestos de amor”, expresó.

El Presidente “fue un cristiano que entendió el evangelio como se tenía que vivir, y ese es un compromiso al que estamos llamados todos”, recalcó. “Cuando decides ser imagen de Cristo lo más seguro es que vas a tener contradicciones, gente que te persigue, gente que no está de acuerdo con tu posición”.

Chávez “intentó ser imagen de Cristo todo lo que pudo, en el sentido del compromiso social con los más pobres”, estimó Molina.

CULPAR A OTROS

La pregunta sobre por qué muere un hombre bueno y otros no tan buenos sigue adelante no tiene respuesta, y el mismo sacerdote admite que ha acompañado a los seres humanos. “Nos encontramos con el misterio de la muerte, y siempre quedarán cosas que no podemos explicar”, reflexionó.

Además, Molina llamó la atención sobre el mal del mundo, que ha intentado quitar del medio vidas como la de Jesucristo.

El padre sostiene que, a lo largo de la historia, el ser humano ha intentado culpar a otro de lo malo que pasa. “Buscamos a Dios como culpable, tal vez porque Dios no puede defenderse, porque no puede decir nada”, comentó.

En los países arrasados por la guerra, acotó, la gente debe preguntarse si es culpa de Dios o de los seres humanos que ordenaron matar a otros. “¿Dónde estaba Dios? Estaba ahí, muriendo con los que murieron. Estaba como Cristo, como murió Cristo, como el más pobre y el indefenso que no tenía a nadie que lo defendiera”.

Como sacerdote, afirma que Dios deja a las personas libres para decidir qué camino escoger. “Dios me deja libre a mí para que yo opte por hacer el bien o el mal. Los que han optado por hacer el bien, aunque mueran, vivirán. Serán eternos”, asegura. Pone el ejemplo de San Francisco de Asís, quien falleció hace siglos “y sin embargo se le sigue recordando”.

También hace referencia a monseñor Arnulfo Romero, asesinado por los escuadrones de ultraderecha en El salvador, y puntualiza que ese hecho “no fue voluntad de Dios, fue voluntad de una oligarquía enquistada en el país que tenía intereses terribles y la palabra del profeta le era incómoda. Y lo mataron”.

El padre recordó que Jesús les dijo a sus apóstoles que lo iban a matar “los poderosos de este mundo”, y aseguró que los apóstoles se deben haber hecho la misma pregunta que hoy se hace el pueblo sobre la muerte de Chávez: “¿Este ser tan bueno, que no tiene pecados, que no debe nada, por qué lo van a matar? Porque el mal del mundo opta por quitar del medio a la vida, pero ahí está Jesús: 2 mil años y sigue vivo por los caminos del mundo, y sigue vivo en cada uno de los hombres y mujeres que quieren vivir como él”.

En su opinión, Chávez ya ha trascendido en el pueblo. Cuando la gente recuerda que debe organizarse para que toda la comunidad tenga igualdad de oportunidades, está reviviendo al Comandante, y eso pasará de madres y padres a hijas e hijos.

CON CRISTO

El mandatario Nicolás Maduro sostiene que el Presidente está con Cristo, tema que puede ser polémico para la jerarquía de la Iglesia católica, públicamente distanciada de la Revolución Bolivariana. “Yo conozco gente de nuestras comunidades que ha muerto y no tengo la menor duda de que están con Cristo. Yo no tengo la menor duda tampoco de que el Presidente está con Cristo”, expresó. “Es una afirmación cristiana”.

Para Molina, el problema es que hay sectores que no quieren entender que el cristianismo “es una religión de seguimiento, “es un camino que se hace siguiendo las huellas del maestro, siguiendo a Jesús”.

Asevera que “cuando Jesús habla de la vivencia más allá de la muerte, es que el modo de que el ser humano se eternice en el tiempo es donándose. Si no, pregúntense qué pasó con esos grandes millonarios que han muerto”, que pasaron la vida “enredados viendo cuánto dinero más podían tener”. Reafirma que, efectivamente, Chávez se donó a Venezuela.
FUE UN PROFETA CAPAZ DE ALZAR LA VOZ POR LOS EXCLUIDOS

El padre Numa Molina plantea que “Chávez fue profeta”, porque “el profetismo está unido al seguimiento de Jesús”. Recuerda también que los profetas “a lo largo de la historia han sido incómodos”, y la Biblia así lo refleja.

El Comandante es un profeta “porque denunció cosas muy fuertes. Fue la voz de los pueblos marginados del Tercer Mundo, de los pueblos olvidados y excluidos”. Por ejemplo, se puso al lado de Palestina y de las mayorías empobrecidas de América Latina, se manifestó contra el ALCA y abogó por la unión de América Latina. “El mundo veía en él una voz potente, fuerte, capaz de decir verdades”.

En el mundo del cristianismo hay muchos “ensayos” de profeta, pero Chávez, en cambio, “fue capaz de hablar” en momentos cruciales para el mundo.
EL JEFE DE ESTADO ENTENDIÓ LA POLÍTICA COMO MEDIO PARA HACER EL BIEN

El padre Numa Molina invitó al pueblo a no volver a rememorar el mal “y abonar la herida”, sino a “sanar la herida” y tomar “todo lo positivo de este proyecto” bolivariano para seguir caminando en favor de los más necesitados.

Para Molina, es mucho lo que Venezuela, en estos 14 años, ha ganado en amor. “El pueblo venezolano aprendió a quererse”, sostuvo.

El religioso Pedro Casaldáliga dice que, cuando la política se entiende como una herramienta para hacer el bien, es un medio para alcanzar la santidad. “Así lo vio Chávez: la política como un medio para hacer bien a la gente. La prueba está a la vista”.
LA HISTORIA PODRÍA JUZGAR A LA JERARQUÍA CATÓLICA VENEZOLANA

La relación entre la jerarquía católica y el presidente Nicolás Maduro “dependerá de los dos actores”, señala el padre Numa Molina. Sin embargo, el padre remarca que la Iglesia debe preguntarse si interpretó correctamente al Comandante.

El sacerdote insiste en que “una de las cosas que hay que tener claras es que el presidente Chávez fue católico que se mantuvo católico hasta el final; a pesar de las dificultades que tuvo con la iglesia jerárquica se mantuvo católico hasta el final, y lo decía, y lo decía con mucho orgullo”.

Molina se hace una pregunta: pasó un católico “con un nivel de compromiso muy grande por Venezuela. ¿Cómo lo valoramos? ¿Cómo lo valora la jerarquía? ¿Acaso no nos irá a juzgar la historia?”.

Indicó que los sacerdotes y obispos “estamos llamados, como pastores”, a “estar muy atentos de los signos de los tiempos” y “a descubrir y ver cuándo el bien y el reino acontece para no ir a cortar la cizaña con el trigo”.

El signo de estos tiempos, especialmente en América Latina, “es el despertar de los pueblos reclamando liberación, reclamando los derechos que, durante tantos años, les habían sido negados”.

Para muestra, un botón: solo el nombre que el comandante Chávez les puso a los programas sociales (misiones) es “muy evangélico”. El Comandante “vio que el reino había que comenzar a construirlo por allí”.

Consultado acerca de las razones por las que la jerarquía de la Iglesia católica no acompañó al Presidente, Molina advirtió que “al mucho se le dio mucho se le exigirá”, y explicó que siempre se debe discernir la historia y encontrar a Dios en todas las cosas. “Si yo no voy con esa mirada abierta a encontrar a Dios en lo que ocurre a mi alrededor y en la historia, es muy posible que un acontecimiento como el acontecimiento Chávez pase por la historia, y yo, que me llamo cristiano, no caigo en la cuenta, no me entero de que eso tiene que ver con el evangelio”, con los errores que pueda haber.

Molina señala que su relación -como sacerdote del pueblo- con la jerarquía católica es “de fraternidad muy crítica”. Dice que ha sido respetado, y que él también ha respetado.

“El hecho de que yo piense distinto no significa que le falte el respeto a una persona. Tengo derecho a pensar distinto, y a pensar distinto desde lo que soy como cristiano, porque el tema de que yo sea cristiano no me obliga a que tengo que amoldarme al modo de pensar que tiene el otro”, manifestó. Mucho más, “si en mis ratos de oración y en mi tiempo de discernimiento lo que el evangelio me dice” es que “voy por el camino correcto interpretando la historia”.
LA SEMANA SANTA ES TIEMPO PARA DEJAR ATRÁS EL EGOÍSMO

La Semana Santa no es un evento más, insistió el padre Numa Molina. “Justamente porque la hemos convertido en un evento es que hemos celebrado tantas semanas santas que no nos han hecho mella, que no han cambiado a la humanidad”, aseveró.

Afirmó que las cristianas y los cristianos no cumplen con la conversión de la que habla el evangelio “si seguimos siendo los mismos egoístas de siempre” con los armarios llenos de cosas que no se utilizan “mientras hay pobres que las necesitan”.

“Si el egoísmo sigue igual, ¿para qué ponerse la ceniza? ¿Para qué celebrar Cuaresma? ¿Para qué el ayuno?”, se preguntó.

El sacerdote recordó que el miércoles se celebrará la procesión del Nazareno, con miles de personas; los días jueves y viernes miles de personas visitan los siete templos.

“Pareciera que la Semana Santa termina ahí. Nos quedamos con el Jesús muerto, y resulta que el Jesús resucitado no lo vivimos. Se nos inculcó muchísimo un Jesús muerto, un Jesús sufriente, y no se dio el paso a la resurrección”, reflexionó.

Prensa Rado Mundial
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