Con el compromiso de enriquecer las pautas y procedimientos para construir un protocolo único de atención al paciente fumador, culminó el Consenso Nacional para la Validación y Adopción de la Norma Nacional de Cesación Tabáquica convocado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS).
Coordinadores regionales del Programa Antitabáquico, personal médico y de enfermería responsable de las consultas de cesación validaron el instrumento que, en palabras de la coordinadora nacional antitabáquica, Melina Herrera, formará parte de las normas programáticas a ser consideradas por la ministra del Poder Popular para la Salud, Eugenia Sader, con vistas a su aprobación y publicación en gaceta oficial para su obligatorio cumplimiento en toda la red pública de atención.
En sintonía con la política de salud
La cesación de fumar es uno de los componentes del Programa Nacional Antitabáquico dirigido a lograr el abandono de esta adicción, a fin de reducir la morbimortalidad asociada al uso del tabaco en cualquiera de sus formas. La estrategia hace énfasis en mujeres embarazadas y en período de lactancia, niñas, niños, adolescentes y población fumadora de cualquier edad.
Herrera apuntó que las metas del programa se orientan a disminuir la tasa de prevalencia de fumadores adultos a 16% (reducción de un 1 punto), disminuir la prevalencia de adolescentes fumadores a 4,6% (reducción de un 1 punto) y lograr un porcentaje de 45% de cesación tabáquica al finalizar el tratamiento.
Para ello se requiere una estructura integrada por unidades o consultas de cesación, personal de salud capacitado, terapia farmacológica y un protocolo aplicable en los tres niveles del Sistema Público Nacional de Salud. “Por esta razón se actualizó y validó la Norma, para implantarla en toda la red en sintonía con la actual política de salud, los avances técnico-científicos y la ampliación de la Atención Primaria en Salud, con el propósito de mejorar la calidad de la atención integral a la población sana, con factores de riesgo, afectada por el tabaco, con o sin diversidad funcional”, argumentó la vocera del MPPS.
Consejo y apoyo para dejar de fumar
Aunque la Norma Nacional de Cesación Tabáquica estipula ciertas actividades para cada nivel de atención, se fijaron algunas disposiciones comunes a los tres niveles: las agendas construidas con la comunidad y el Poder Popular deben establecer el cumplimiento de la resolución sobre ambientes libres de humo de tabaco; quien asista a consulta debe ser interrogado acerca del consumo de tabaco o la exposición a éste, a fin de determinar su situación o riesgo; todo fumador debe recibir un consejo breve, independientemente de su deseo de dejar de fumar; toda persona que desee dejar de fumar debe recibir el apoyo necesario.
Igualmente, se plantea que sólo se debe recomendar tratamiento a las personas con intención de dejar de fumar; explicar a niños, niñas y adolescentes desde temprana edad las consecuencias dañinas del consumo de tabaco en la familia, la comunidad y la escuela; toda persona que consulte debe recibir consejo antitabáquico, particularmente si es fumadora; todo enfermo con hábitos tabáquicos, asociados a su enfermedad de base, debe recibir consejería terapéutica antitabáquica, conforme al protocolo establecido para la cesación.
En cuanto al registro del paciente fumador, Melina Herrera comentó que debe contener, además de los datos demográficos, número de cigarrillos diarios, nivel de adicción a la nicotina, requerimiento y uso de medicamentos para dejar de fumar.
“La información es recogida por la Coordinación Estadal, entregada a las autoridades regionales y enviada trimestralmente al nivel central. A partir de este registro, se obtienen datos generales de los pacientes, se evalúa la efectividad y eficacia de la consulta de cesación tabáquica, y se calculan los requerimientos de los fármacos que deben ser adquiridos, para su posterior distribución”, finalizó la coordinadora de Tabaco del MPPS.
(Prensa MPPS).-
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