A falta de imaginación o de una justa reivindicación que los respalde,
activistas de núcleos opositores pertenecientes a la "clase media-alta"
de Venezuela, la más conservadora de la República, han llevado a la
práctica su deseo de hacer que descarrile "a como dé lugar" la
Revolución bolivariana. Sus frutos son la violencia, el rechazo cada vez
más generalizado, la ira popular y un cierto aislamiento del resto de
la sociedad. Pero su furia es retroalimentada por el fascismo nativo y
sus preceptores radicados en Miami y otras ciudades de la Unión
Americana. teleSUR
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