El presidente de Hinterlaces, consideró que el liderazgo de la oposición está desconectado de la realidad, en los últimos 20 años.
Durante una entrevista realizada en el programa Vladimir a la 1, transmitido por Globovisión, el presidente de Hinterlaces, Oscar Schémel profundizó en torno al tema de la campaña de neurotización de la población venezolana. De igual forma se refirió a las oportunidades políticas del chavismo y la oposición en este año electoral.
Se busca exacerbar los problemas
Al ser consultado sobre esta campaña de neurotización qe se adelanta en Venezuela, Schemel indicó que es un proceso de acumulación de angustias, que deberían dar respuestas neuróticas, es decir respuestas irracionales, violentas, rupturas del orden establecido y en estas campañas no hace falta ni líderes, ni mensajes, ni propuestas, ni ofertas; lo que hace falta es rabia, incertidumbre y pesimismo.
Una de las variables en las que se sustentan estas campañas es en exacerbar los problemas, sobre dimensionar los problemas, además mediante una campaña de rumores generar un clima de angustia. Hace apenas una semana en las colas, la gente estaba comprando velas, además de los alimentos, porque escucharon que venía un golpe de Estado, porque iba a ocurrir un magnicidio, porque se iban a producir saqueos generalizados, porque iba a haber un estallido social, esto genera angustia y esas angustias no desaparecen se acumulan.
En Venezuela esta acumulación de angustias todavía no ha generado una respuesta neurótica, irracional, violenta, donde no importe el día después, sino lo que importe sea salir de aquella situación o figuras que se piensa que son los responsables de la angustia.
Estas estrategias han sido aplicadas en bastantes países con éxito. Esta acumulación de angustia en Venezuela no genera una respuesta neurótica, porque el venezolano piensa que el caos o las salidas violentas, irracionales, inconstitucionales, pueden empeorar la situación.
Gobierno sin estrategias
El gobierno denuncia la caotización y las campañas neuróticas, pero no tiene ninguna estrategia para enfrentarla, por un lado la gestión económica y por otro lado la gestión comunicacional que permita reducir la incertidumbre y fortalecer la esperanza. En estos momentos la gente piensa que la situación puede empeorar, los datos son claros, el 67% de los venezolanos en una encuesta que aplicamos en todo el país, con 1.200 entrevistas, 67% considera que un estallido social empeoraría la situación. Los venezolanos no están buscando un culpable en este momento están buscando respuestas y soluciones, tanto así que solo el 2% de los venezolanos piensa que la solución puede estar en salir a la calle a protestar. Más del 70% plantea soluciones democráticas y constitucionales, soluciones que tiene que ver con la gestión.
Estas estrategias de caotización y neurotización son muy acertadas cuando no hay alternativas que permita la alternancia democrática, que permita convencer, persuadir, entusiasmar a los venezolanos con respecto a un futuro mejor, a una propuesta mejor. El 18% de los venezolanos muestra simpatía con la oposición.
El chavismo no está acabado Quien piense que el chavismo está por el piso o que el gobierno está acabado, está equivocado, el gobierno no tiene un adversario fuerte. Los niveles de valoración positiva de gestión del presidente Nicolás Maduro han disminuido y están por debajo del 40%, uno de cada tres venezolanos tenía una opinión positiva de la valoración de gestión del presidente Maduro.
En este contexto los venezolanos no están buscando culpables, sino respuestas y soluciones, allí hay una oportunidad, en un contexto donde el chavismo y el gobierno no tiene adversarios, debido a que la oposición todavía no es una fuerza social, ni cultural, simbólica, no convoca, no entusiasma, no moviliza a la mayoría de los venezolanos, porque no se ha convertido todavía en una alternativa, que es su reto histórico más importante. Ante esta situación, el chavismo y su gobierno tienen la oportunidad de recuperarse. Este es el segundo escenario.
Frente a una estrategia de caotización y neurotización de la sociedad venezolana, que pretende provocar una ruptura del orden, porque no hay alternativa, hay otro escenario, el de la rectificación y el reimpulso. El gobierno debería tomar medidas, pero existe el riesgo de perder las parlamentarias, el voto en contra sería una respuesta neurótica.
La estrategia de la oposición por lo que dicen los estudios no es la calle, es electoral. Refirió que el voto contra el gobierno sería irracional, debido a que “tu no votas a favor de nada, no piensas en el día después, el voto es absolutamente neurótico, es un voto en contra, es un voto rabioso, histérico, no te importa, la propuesta, ni la oferta, ni los líderes, solo importa salir de aquellos que consideras que te proporciona la angustia.
Uno de los retos fundamentales del gobierno sin abandonar el modelo social y político, de carácter popular, revolucionario, socialista, es hacer ajustes en la estrategia económica. Ya el mismo presidente Maduro ha anunciado desde hace varios meses que se debe liberar las fuerzas productivas, aumentar la producción, crear una cultura del trabajo, fomentar la inversión privada extranjera y nacional, esa es la receta, junto a otras medidas que se deben tomar. Es necesario para el gobierno ampliar la base social de apoyo de la revolución, incorporando a otros sectores productivos, no parasitarios.
En una etapa de transición al socialismo, el capital puede ser un aliado importante, el objetivo es liberar las fuerzas productivas, siempre y cuando la vanguardia revolucionaria mantenga el control del Estado y de la política.
Cifras apoyan el diálogo Schémel indicó que el 91% de los venezolanos considera que la unidad y el diálogo son fundamentales para resolver la crisis. Más del 70%, tres de cada cuatro venezolanos apoya una economía mixta productiva.
Cerca del 90% de los venezolanos considera que una alianza con el sector privado es una de las soluciones fundamentales para salir de la crisis. Hay un nuevo sujeto social que hace síntesis sobre algunas posiciones que parecieran antagónicas, es un nuevo sujeto social histórico que apoya el modelo de inclusión, pero también apoya un modelo económico productivo con participación de la empresa privada.
Es la gran oportunidad para el chavismo de crear consensos y alianzas, de construir un nuevo bloque histórico y ampliar la base social de apoyo, para ello se necesita gestión económica, pero también discurso y gestión comunicacional, no es suficiente tomar medidas hay que saberlas comunicar, significar y que sirvan para persuadir y restablecer la esperanza, así como reducir los problemas de angustia. Hay que iniciar una nueva etapa basada en la rectificación y el reimpulso.
También hay que re polarizar, en una confrontación política necesitas un adversario. La guerra sicológica se apoya en eventos reales, hay un problema de escasez, desabastecimiento, disminución de la producción, de caída de las importaciones, que general una difícil situación económica.
Oportunidades del chavismo y de la oposición El presidente de Hinterlaces, consideró que el liderazgo de la oposición está desconectado de la realidad, en los últimos 20 años. En este momento quieren calentar la calle, pero tienen niveles de respaldo mínimo, al tiempo que resaltó que la única fortaleza de la oposición en este momento es electoral porque recoge el voto castigo.
No hay tiempo en este momento para convencer y persuadir a los venezolanos, la oposición debe concentrarse en el tema electoral. Recordó que hace un año las llamadas “guarimbas” fueron contraproducentes para la oposición. Las movilizaciones de calle si general violencia re polarizarán al país y atrincherarán al chavismo.
Porque el chavismo percibe a la oposición como una amenaza, la violencia en la calle exacerba los odios. Vemos a la oposición rechazado, ofendiendo a los sectores populares.
Hinterlaces: 18% de los venezolanos ve con... por Globovision
Así como la oposición tiene una oportunidad electoral, alimentada por el voto del descontento, el chavismo también tiene una oportunidad, con un nuevo bloque histórico y un relanzamiento del proyecto revolucionario.
Durante los últimos 15 años a Venezuela la gobernaron las palabras y no lo digo minimizando, el discurso de Hugo Chávez cambió la identidad nacional, los repertorios lingüísticos, la política es una batalla lingüística, cambió las interpretaciones de toda la sociedad, no solo del chavismo, sin embargo en un entorno de caotización es posible borrar las viejas ideas o las actuales y colocar nuevas ideas.
Ese es un objetivo de estas estrategias, es la oportunidad de resetear la cultura. La percepción hacia la guerra económica está muy polarizada los chavistas creen que existe y los opositores piensan que no hay.
Las cifras de simpatía a principios de diciembre era de 36% el chavismo y 18% la oposición.
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